lunes, marzo 17, 2008

Wikipedia dice que “Revolución es el cambio o transformación radical y profundo respecto al pasado inmediato. “ Se me ocurren varios ejemplos. La revolución francesa, la revolución industrial, la revolución liberal, la revolución bolchevique, la revolución digital, la revolución verde, la revolución ciudadana.

Y si bien la teoría habla de tres tipologías de revoluciones –política, social y económica- creo que todas pasan, simultáneamente, por el bolsillo, el vecino y el líder.

Más allá de la abolición del absolutismo, la revolución, o la instalación de una Asamblea Constituyente y luego Legislativa, el alcance histórico de Liberté, Égalité, Fraternité está en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Por cierto, la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano consistía en leyes exclusivamente para los hombres (es decir, excluía a las mujeres).

Artículo 1.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común.

Artículo 2.- La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.


En ningún momento se cuestionó la propiedad privada, de hecho, el artículo 17 dice que “siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella...” Se definió el bien común y el concepto de ley como una expresión de la voluntad general. Pero lo más importante, fue una revolución ciudadana que eliminaba los privilegios del primer Estado –el clero- y del segundo Estado –la monarquía-; para traspasarlos a la burguesía y al pueblo francés.

La Revolución de Octubre, Bolchevique o Soviética, transfirió el poder a los soviets de trabajadores, de soldados y de campesinos. Creó la URSS, instauró el comunismo como forma de gobierno y fracasó.

La Revolución Industrial quitó poder al trabajador manual para darlo al trabajador de manufactura e industrial. En realidad ha habido muchas revoluciones industriales. Que haya empezado con la creación de la máquina de vapor es tuna explicación simplista a la que debemos añadir la creación de la línea de montaje, el desarrollo de capital comercial, y la facilidad de un comercio internacional.

La Revolución Industrial creó el proletariado, desarrolló el capitalismo, generó el éxodo rural, e inició el deterioro del ambiente y la degradación del paisaje.

La Revolución industrial se especializó cuando nacieron las corporaciones y, luego, revolucionó los mercados con el mass marketing.

La Revolución Digital promovió la globalización. Y la Revolución Liberal, que empezó en Guayaquil (por cierto), tuvo un carácter reivindicativo y de resistencia popular frente a las violencias cometidas por hacendados o autoridades del nuevo poder republicano.

Eloy Alfaro promovió el laicismo, incorporó a la mujer en las decisiones públicas, propuso el mejoramiento y protección de la raza indígena, y desapareció privilegios militares y eclesiásticos.

Hagamos un punto de orden acá. Más allá de los afectos o desafectos que un modelo u otro podrían generar, todos los ejemplos implican dosis de involucramiento de la gente, sus bolsillos y una figura como líder. Sucede igual con la Revolución Ciudadana.

He dejado para el final la Revolución Ciudadana. No porque sea la más moderna, todas han sido, a su manera revoluciones del individuo miembro de una comunidad. He dejado para el final la Revolución Ciudadana porque es la que está de moda.

Busca implantar el socialismo –del siglo XXI- como la revolución bolchevique. Busca eliminar los privilegios de unos como la revolución francesa. Es reivindicativa como la revolución liberal. Y es un calembour.

Busca democratizar los medios de producción, como la Revolución de Octubre. Busca promover regionalización, como la Revolución Digital. Instauró una Asamblea Constituyente que, a la vez, Legislativa –para ir más rápido-, como las que se sucedieron en Francia. Y es mediática.

Kafka decía que “toda revolución deja tras si tan sólo el fango de una nueva burocracia.”

La pregunta es, ¿estamos en un proceso de “cambio o transformación radical y profundo respecto al pasado inmediato”?

Porque si no lo estamos, no es una revolución.

Los cambios “han de percibirse como súbitos y violentos, como una ruptura del orden establecido o una discontinuidad evidente con el estado anterior de las cosas. Si no es así, debería hablarse mejor de una evolución, de una transición o de una crisis”, dice Wikipedia.

* Tal y como fue publicado en publicado en la revista VENTAS # 05 - 2008
P_plenos poderes_s” canta el abad. Y como canta el abad responde el sacristán, “plenos poderes”. “Pleeeenos podeeeereeees”, canta el coro y la Iglesia se llena con las voces de los congregados repitiendo el salmo.

Más allá del ritual, hay una evidente relación jerárquica entre el abad y el sacristán, el coro y la congregación, o mi familia o mis amigos y yo.

En Estados Unidos o Argentina, el 77% de las personas reconocen que su entorno cercano -familiares o amigos- son fuentes de información e influyen en su proceso de decisión de compra más que la “experiencia previa (65%) o que los medios masivos tradicionales (36%). No conozco un estudio local sobre el tema, pero no tiene porqué ser tan diferente.

Esto del buzz marketing es tan antiguo como la frase componitur orbis regis ad exemplum.

Como canta el abad responde el sacristán.