Su criterio (el de Antonio Tramontana) es compartido por otro experto, Andrés Seminario (yo), quien considera a la imagen como un factor sobresaliente, pero no la vincula con el dinero sino con la credibilidad de los exponentes. “Qué tan influyentes son los grupos pequeños va a depender de qué tan creíbles son y qué tan creíble es su oposición... El nivel de influencia está involucrado con el nivel de credibilidad e indirectamente relacionado con la frecuencia”.
El factor de la frecuencia que menciona Seminario, visto como el número de veces que un mismo mensaje es repetido, es el que marca la verdadera labor de estos grupos dentro de la campaña.
“El papel de ellos lo que va a generar es una suerte de caja de resonancia de quienes son los líderes y expositores de una postura u otra... Su real función es multiplicar un mensaje”, dice.
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“Mucho me temo que esta postura de algunos movimientos de analizar las preguntas es falsa. Al final se trata de una elección entre personas... La postura del Sí está representada por el presidente. El No también tiene una manifestación física”, expresó