http://www.eluniverso.com/2006/11/27/0001/8/C79B93FFD0954AC59720C3630D5CB920.aspx
El giro en el discurso y la estrategia surtieron su efecto.
QUITO
El cambio de estrategia que aplicó Rafael Correa a su campaña tras la
primera vuelta electoral surtió efecto, coinciden el articulista César Ricaurte
y el publicista Andrés Seminario.
Los efectos de este giro no pudieron, según los consultados, ser
contrarrestados por el discurso y la campaña de su contrincante, Álvaro
Noboa.
El 15 de octubre, apenas se conocieron los resultados preliminares de la
primera vuelta, los asesores de Correa anunciaron que el discurso del candidato
pondría más énfasis en su propuesta social. Hasta entonces, el postulante de
Alianza PAÍS había centrado su campaña en la organización de una Asamblea
Constituyente. El anuncio se hizo efectivo y Correa, según Ricaurte, logró
reposicionar su discurso; "salió del aire la frase 'Dale Correa' y optó
por un mensaje que atrajera a los votantes que no respondían al discurso
radical de la primera vuelta".
En cambio, analiza Seminario, Noboa mantuvo una propuesta similar a la de
la primera vuelta y su discurso, por tanto, no se modificó. Continuidad que fue
ya anticipada por sus asesores políticos el mismo 15 de octubre. Desde
este punto de vista, Seminario advierte que Noboa cometió un error al anunciar
su plan de vivienda (300 mil casas por año) en primera vuelta; lo fue, dice,
"porque le dio a su opositor el tiempo suficiente para armar todos los
argumentos en su contra" . Es más, coincide Ricaurte, la oferta de
vivienda "se puso bajo la lupa y se vio que tenía muchas dificultades para
concretarse; entonces, Noboa tuvo que dedicarse a defender sus planteamientos y
perdió la iniciativa". Pero no fue solamente la flexibilización del
discurso de Correa la que surtió efecto.
Ambos analistas sostienen que la estrategia de comunicación del candidato
fue más sólida y eficiente.Seminario rescata el uso que el equipo de Correa le dio a los medios no tradicionales: "el internet, las corrientes de opinión y los rumores". Y ejemplifica: "En el sitio You tube -donde se pueden subir videos-, si usted ponía Rafael Correa, salían noticias positivas; si ponía Álvaro Noboa, salían negativas". Una estrategia que no tenía un fin masivo, dice el publicista, pero que "generaba una cadena de comentarios; estaba
dirigida a los jóvenes; y no estaba sometida a la censura". Y si bien ambos
candidatos alimentaron sus intervenciones de ataques mutuos, los de Correa
tuvieron mayor impacto en el electorado porque "se volvieron más puntuales y
atacaron varios flancos débiles" de su contrincante, afirma Ricaurte.
Entre ellos, su trayectoria pública y las denuncias laborales en su
contra.
Mientras las acusaciones de Noboa en contra de Correa eran las mismas de la
primera vuelta y, por tanto, fueron perdiendo fuerza.
Seminario cree que el equipo de Correa encontró todas las herramientas para
hacerle daño a Noboa: la denuncia sobre los Álamos (bananera en donde se
denunciaron abusos laborales); las hojas de inscripción para el plan de vivienda
que aparecieron en un basurero en Manabí; y las declaraciones de la ex candidata
roldosista a la Vicepresidencia, Susy Mendoza, quien afirmó que Noboa
desechó las solicitudes de vivienda en una campaña anterior.A la insistente
difusión de estos temas, le apostaron ciertos medios de comunicación; "en el
desmontaje de la propuesta de vivienda de Noboa, el papel de Carlos Vera
(Ecuavisa) fue importante", advierte Ricaurte.
El efecto lamentable de la apuesta política de ciertos canales de
televisión, dice, es que el medio "se ha convertido en un contendiente, en un
actor político".Seminario resume su comentario sobre este tema con una frase:
"La gente repite lo que ve y escucha en los canales de televisión".
("La gente repite lo que ve y escucha en los canales de televisión".... como en un Sociedad Karaoke, olvidó publicar El Universo).
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