Días atrás recibí la llamada de un amigo. ¿Cómo van las encuestas?¿qué sabes?, me preguntó.
Bueno, Rafael Correa dice que las encuestas lo ponen primero. Álvaro Noboa dice que sus encuestas ponen primero a Noboa. Gilmar Gutiérrez dice que las encuestas de carne y hueso lo ponen en Carondelet. La gente de León dice que sus encuestas lo ponen primero... a León Roldós, claro. Abdalá dice que el PRE va primero.
Pues nada. Dicen que la mejor manera de tener soporte público es merecerlo... ¿quién crees que va a ganar?, repregunté. Su silencio fue elocuente. Mi silencio fue cómplice; y, ¿la verdad? la verdad es que aun todo puede suceder.
Sucedió con Lucio o con Abdalá o con Jamil, quienes no eran opciones en su momento. Sucedió con Febres-Cordero, quien perdió en la primera y ganó en la segunda. Incluso con Jaime Roldós. Es que, en política, no hay sorpresas... sólo sorprendidos.
¿Otra vez un populista?, preguntó Carlos.
Define populista, dije.
Todos hablan del populismo con temor, con reverencia y con desmotivación. Larry Gambone (investigador de la historia de las ideas políticas especializado en libertarismo, anarquismo y populismo; y director de publicaciones de The Red Lion Press) sostiene que populismo puede significar cualquier cosa. Ontológicamente, es un movimiento que proviene del pueblo (granjeros, obreros, autónomos y pequeños empresarios), que se oponen al gobierno y a las élites corporativas. El núcleo del populismo es una actitud critica hacia el Estado, expresada en el viejo slogan "Power to the People!" .
...un populista, tu sabes... populista, insistió mi amigo.
Punto de orden. Creo que populismo -hoy- no es una ideología. No es una tendencia, ni un movimiento, ni un partido. El populismo es una estrategia política (y una táctica de comunicación política. Si. Que va más allá de la demagogia, más allá que los discursos). Desde Eva Perón en Argentina hasta Julio César en la antigua Roma; desde el populismo ruso al agragarismo mexicano; pasando por Rafael Correa, León Roldós, Cynthia Viteri, Luis Macas o Fernando Rosero... todos hablaban o hablan de tomar medidas de gobierno populares; ergo, todos son populistas.
Claro hay mejores y peores representantes del populismo. "Es una forma de gobierno que se caracteriza por sus regalías al pueblo", según el diccionario. ¿Y a quién, siendo sensato, no le gusta los regalos? ¿Quién no quisiera la salud y educación gratuitas que promete Cynthia? ¿Quién se opone a la frase que anuncia "no paquetazo" de Roldós? ¿Quién rechaza darle correa a la corrupción como ofrece Rafael? Incluso incluyamos a Álvaro Noboa, pues ¿quién se opondría al plan de 300 mil viviendas por año que lanzó? ¿quién criticaría a la Cruzada Nueva Humanidad?
OK, voto nulo, entonces, me dijo Carlos.
Respiré profundo. La nulidad implica que el acto nunca ocurrió, pensé. Votar nulo no significa que la votación no exista. La nulidad no es -per se- denuncia de un acto; ¿es un caso de simulación del acto sin ánimo de realizarlo? ¿Voy a votar sin querer votar? Hasta allí cierto, pues necesito el papelito para hacer trámites... pero, una cosa es un acto nulo; otra, un acto anulable.
¿Votar nulo es anular el voto? No lo sé en estricta juridicidad. Si sé que es un tema de campaña, eso sé. Como tema de campaña es el "fraude". Lo escuché en boca del PRE, del PRIAN (sobretodo en el pasado), y de Correa. ¿Qué es esto de fraude? "Engaño que se realiza eludiendo obligaciones legales o usurpando derechos con el fin de obtener un beneficio", dice Wordreference.com
Por cierto, teóricos dicen que "el populista hará todo en nombre de los pobres, incluso perjudicarlos, y engañarlos dándoles cosas con dinero prestado, endeudamiento que empeorara la situación a futuro, para que estos voten por el".
¿Coincidencia? Si el fraude es un engaño y el populismo ¿Fraude o populismo, bajo la manga, son lo mismo?
Como sea, ambas apelaciones buscan pegar un puñetazo sobre el tablero. Y vaya que lo han conseguido; pues, como dice el título del ensayo de Enrique Gil Calvo, "el miedo es el mensaje". Y todos tenemos aversión al riesgo.
Puñetazos a un tablero que está limitado en tiempo y en inversión. Cada vez más se limitan los días de campaña publicitaria y los montos de inversión; ergo, ¿qué queda? Queda el WOM (word-of-mouth), el rumor, la propaganda, el ruido mediático.
Para que un candidato esté en las noticias tiene que ser o hacer noticia. Para hacer noticia, tiene que confrontar. Atacar. Para confrontar, qué mejor que criticar a los criticables del imaginario colectivo. Así, un candidato acusa al PSC de fraguar un fraude... incluso lo acusa de imponer ya a un Ministro de Defensa. ¿La relación entre los temas? Para los ciudadanos comunes, un fraude o coup d´etat sin fuerzas armadas no existe; por lo tanto se dice fraude y se lo justifica con la amistad de un Ministro con una figura política representativa. Bingo. Tenemos un espacio de prensa gratis con una historia creíble.
Luego los periodistas irán a preguntar a los afectados. El Ministro en cuestión responde. Bingo, otra vez. Ya tenemos dos espacios de prensa gratis con una histeria creíble. Y es perfecto cuando el político criticado responde. Re-bingo.Van tres espacios de prensa gratis... y ahora el candidato tiene derecho a la contrarréplica.
Enrique Gil Calvo dice que "las instituciones encargadas de producir información, comunicación y opinión son hoy determinantes en última instancia, porque todas las demás instituciones -militares, económicas, políticas o sociales -sólo pueden actuar en función de aquéllas. Y dentro de las instituciones comunicativas, la principal es la llamada opinión pública, cuya función es la de definir socialmente la realidad".
Esta estrategia funciona para subir la intención de voto de Correa. Esta estrategia funciona, tanto que Fernando Rosero viaja a Quito a hacer un punto similar, con algo de prensa -pero menor, no fue el primero en el asunto-. Roldós, por su parte, prefiere no hacer olas, pero empieza a perder puntos; por ello cambia sin cambiar de publicistas y con gran despliegue noticioso pone al aire un spot dónde él es es el. Cynthia Viteri prefiere no hacer olas, pero se las hacen aunque lleve su mano tricolor al corazón. Álvaro Noboa va de no ser candidato a ser candidato; de aliarse al PSP a deslinearse del PSP; de no poder hacer publicidad por excederse en el gasto a poder hacer publicidad, y gana puntos... uno aquí y otro allá. Jaime Damerval acusa a Correa de robarle la idea de la Asamblea, Rafael no le responde. El ecléctico es un neo-liberal. Macas pone el etnocentrismo. Gilmar recorre el país con Lucio. Los demás son los demás.
Así las cosas, todo apunta a que el as de Correa son los medios; el as de Noboa, su decenio haciendo campaña; el as de Roldós es Roldós -aunque él aun no lo sabe- ; y el cuarto as de la baraja aun está en el mazo. ¿Quién lo usará?
Depende, todo depende.
Escribiste La Sociedad Karaoke, dijo mi amigo Carlos, ¿qué pasará, cuál es tu profecía, Andrés?
Respondí que el 15 de octubre hablarán los mudos; el corazón y la piedra. Y no es mi profecía, es del poeta Antonio Machado.
viernes, septiembre 22, 2006
La mañana del 15 de octubre no abrió la bolsa de valores, pero si lo harán los recintos electorales. José se ha acercado al suyo. Jeans, top-siders, camisa a rayas. Con las papeletas en la mano, lo primero que piensa a las 3 de la tarde del domingo electoral de octubre es por quién votar. ¿Por quién carajo voy a votar si todos son los mismo, representan lo mismo, proponen lo mismo? ¿quién va a ganar?
De todas las opciones, José ha de votar por la que va a ganar. Está acostumbrado a ganar. ¿Quién iba arriba en las encuestas? Él, como especulador financiero es especulador político. Como especulador del mercado político trata de anticipar, de adivinar, cuál será el comportamiento futuro de la mayoría de los electores.
Es lo que Noelle Neumann llama "sentido cuasi estadísitico". Así, presumiendo el comportamiento de cada votante, los José y María y Mario y Cristina van a especular sobre un ganador. Van a crear un clima de opinión sobre el ganador. Van a votar pensando que esa es la opción más votada, anticipando el resultado electoral final agregado.
No hablo de encuestas y posición de los candidatos en las encuestas. No me refiero a preferencias electorales de los electores. Más bien es un análisis basado en sus expectativas de resultado final.
María llegó indecisa frente a la urna . Como cuando llega a la percha de los detergentes en el super, su decisión la tomará en el momento de la verdad. ¿Por quién voy a votar ?, piensa, ¿quién va a ganar?¿Con blanquedor? ¿con olor? ¿Cynthia o Roldos? ¿con cloro y olor marino? ¿Prian? ¿PSP? ¿con micropartículas de no-sé-qué? ¿Correa?¿PRE?
Como José, ella, especuladora del mercado político, trata de anticipar, de adivinar, de suponer, cuál será el comportamiento de la mayoría de los electores. ¿Cómo explicar estas conductas? Incluso semanas antes del día de las votaciones, los indecisos eran muchos y la incertidumbre era lo único cierto.
En 1936 Keynes dijo que "en una situación de incertidumbre radical, como la que prevalece en un mercado financiero, la única conducta racional es la de imitar a los demás".
En política no hay sorpresas, dicen. En política hay sorprendidos.
¿Cómo pueden José, o María, o quien sea, estimar, calcular, las preferencias ajenas? Primero, de las conversaciones con sus pares u otros interlocutores. Segundo, de los medios de comunicación. Tercero, del clima de opinión.
Nuestra comprensión del mundo es básicamente causal. Los efectos del bla-bla; de la campaña evidente en los medios; de la propaganda; de los afiches; de los rumores inciertos, y la campaña sucia; de los comentarios del bus o la radio o del debate público de especialistas, periodistas, animadores de programa concurso, politólogos, sexólogos, consultores, encuestadores, estudiantes -sus efectos- van creando marcos referenciales que luego serán decisivos en la toma de acción.
El publicity de la pugna al interior de la ID enerva la candidatura de León Roldos. La campaña previa al nombramiento del candidato a vice -el momento- de Cynthia Viteri se derrumba cuando la expectativa fue más grande que el nombramiento per se. Álvaro Noboa y Lucio Gutiérrez construyen sendas noticias previas a su alianza anunciada para luego escuchar del PSP quejas al harinero. Los argumentos discursivos de Rafael Correa se desbarataron con la salida de la OXY. Mientras el PRE regresa a la fórmula exitosa de sumar celebridades locales.
¿Y los electores?
La sobreoferta de candidatos pareciera obligar a los buró de campaña a concentrarse en ellos mismos o en su producto político. En La Sociedad Karaoke sostengo que <>
El exceso de candidatos lleva sus comunicaciones a lugares comunes. Todos los candidatos son ecuatorianos (claro, lo determina la ley), todos son soberanos, todos reconocen el poder aglutinante de la Selección de Fútbol de Mayores. Todos creen que el mayor problema del país es la educación, todos salvarán al Ecuador de lo que sea que esté, todos han recibido el llamado del pueblo para cambiar el país.
¿Cambiar el país? ¿O cambiar las condiciones de vida de quienes vivimos en el país? Según un diccionario cualquiera, país es "el territorio que forma una unidad geográfica, política y cultural".
A inicio de agosto, es anticipado analizar las campañas... porque no hay campañas aun. Sin embargo, ¿cómo deben ser? ¿Cómo deben los candidatos comunicar sus ofertas, marcas, propuestas? ¿Cómo determinar la mejor estrategia de comunicación?
Pregunta retórica, ¿qué es la comunicación?
En el modelo humanista, la comunicación se define como compartir significados.
El componente básico del proceso de comunicación humana es la persona (obvio); luego su función elemental es desarrollar relaciones; entonces la unidad fundamental del proceso de comunicación humana es el reconocimiento emocional (más obvio aun… y por eso menos aplicado).
Los electores, ¿quieren la soberanía? Si, no, poco importa… pues esto no resuelve sus problemas. ¿Los electores quieren reconocen el poder aglutinante de la Selección de Fútbol de Mayores? Si… sí se puede… pero esto tampoco no resuelve los problemas de alimentación, salud, seguridad.
¿Los electores creen que el mayor problema del país es la educación? Si, pero ¿cómo lo vamos a resolver? ¿Los electores han llamado a los candidatos a que se candidaticen para cambiar el país? No.
Rotundo no. ¿Los electores quieren refundar la República? No. Yo no quiero cambiar el país, convocar a una Constituyente o refundar nada… quiero cambiar –para mejor- mis condiciones de vida; quiero tener más oportunidades de empleo; quiero tener la tranquilidad de circular por las calles sin riesgo; quiero que mis hijos tengan futuro.
Ah!, una Constituyente es el camino… bueno, eso es otra cosa. Pero el camino hacia… ¿dónde? ¿Hacia refundar el país o hacia una mejor calidad de vida de todos?
Si una marca (comercial, política, o religiosa) demuestra poco interés en este vínculo emocional con su audiencia, entonces la gente siente que (esa marca) no cumple sus promesas. Y se cambia.
La gente demanda información, educación, promoción y participación. Pero su decisión es impulsiva, emocional, subjetiva. Su decisión electoral es concluyente, impulsiva y de última hora.
José, lee la papeleta. Nombres, fotos, anagramas de los partidos, números. Mucha información. ¿León Roldós, Cynthia Viteri, Álvaro Noboa, Rafael Correa? ¿Y Rohon?...ah, él se retiró… ¿Jaime Damerval, Marco Proaño Maya, Luis Macas? ¿Y Lucio? ¿Falta el PSC? Hummmmno, está Cynthia…
¿Quién me es más familiar?, piensa María, yo podría ser como Cynthia…
Los consumidores –los electores, en este caso- se hacen una impresión total de si mismos y se ubican en una opción de vida (dada su condición socioeconómica, cultural, historia de familia y comunidad, educación, visión del pasado, visión del presente, visión del futuro y de las formas de alcanzar su estado deseado, identificación de caminos individuales, colectivos, competitivos, de cooperación y equis variables más).
Los consumidores/electores se hacen una imagen de si mismos. Construyen representaciones mentales de si y con ellas, más otras variables, elaboran una identidad propia. Luego, al ser parte/miembros de una corriente, se identifican emocionalmente con los discursos, valores, creencias, ideas, promesas, personas, imágenes, que le resultan coherentes con su identidad.
Soy independiente, piensa María. ¿Y Cynthia lo es? ¿Qué tan liberada está de la influencia del partido, de León Febres-Cordero, de Jaime Nebot? Jaime Nebot es un gran alcalde… ¿ella sería buena presidenta? ¿Quién mandará? ¿Mandará Roldós o mandará la ID?
Los esfuerzos de comunicación buscan, sobretodo, desactivar los mecanismos de autodefensa que los consumidores se auto imponen –consciente o inconscientemente-.
Es correcto apelar a la novedad, a la juventud del electorado y a la independencia política del aspirante (aun si es afiliado). Esta claro que usar el género no es la mejor estrategia de una candidata. Queda claro que los temas coyunturales no serán los mejores argumentos para meter en cintura a nadie. Y que las estructuras son vitales –como básicos son el candidato, la campaña y los fondos-.
En términos de estructura, Cynthia, Prian/PSP, Roldós y Rosero son campañas fuertes. En términos de financiación, Prian/PSP es una campañas sólida. En términos de campaña, todas -menos la de Correa- tienen buenas capacidades.
He dejado la variable candidato para el final… Cynthia, Roldós, Correa son muy buenos candidatos. Alvaro Noboa es buen candidato, peor antes era mejor. Y creo que hay un espacio para un outsider… aun.
José ha vuelto a casa. Las encuestas a boca de urna pronto dirán si se equivocó... o no. Lo que si es seguro es que, si se equivocó no lo dirá. Si no se equivocó se arrogará la victoria. Y si votó por el candidato ganador, dirá que no votó por él o ella cuando -al cabo de los meses- perciba que se derrumba. Porque ante la incertidumbre, otra vez, sabrá que es hora de imitar a los demás en La Sociedad Karaoke.
De todas las opciones, José ha de votar por la que va a ganar. Está acostumbrado a ganar. ¿Quién iba arriba en las encuestas? Él, como especulador financiero es especulador político. Como especulador del mercado político trata de anticipar, de adivinar, cuál será el comportamiento futuro de la mayoría de los electores.
Es lo que Noelle Neumann llama "sentido cuasi estadísitico". Así, presumiendo el comportamiento de cada votante, los José y María y Mario y Cristina van a especular sobre un ganador. Van a crear un clima de opinión sobre el ganador. Van a votar pensando que esa es la opción más votada, anticipando el resultado electoral final agregado.
No hablo de encuestas y posición de los candidatos en las encuestas. No me refiero a preferencias electorales de los electores. Más bien es un análisis basado en sus expectativas de resultado final.
María llegó indecisa frente a la urna . Como cuando llega a la percha de los detergentes en el super, su decisión la tomará en el momento de la verdad. ¿Por quién voy a votar ?, piensa, ¿quién va a ganar?¿Con blanquedor? ¿con olor? ¿Cynthia o Roldos? ¿con cloro y olor marino? ¿Prian? ¿PSP? ¿con micropartículas de no-sé-qué? ¿Correa?¿PRE?
Como José, ella, especuladora del mercado político, trata de anticipar, de adivinar, de suponer, cuál será el comportamiento de la mayoría de los electores. ¿Cómo explicar estas conductas? Incluso semanas antes del día de las votaciones, los indecisos eran muchos y la incertidumbre era lo único cierto.
En 1936 Keynes dijo que "en una situación de incertidumbre radical, como la que prevalece en un mercado financiero, la única conducta racional es la de imitar a los demás".
En política no hay sorpresas, dicen. En política hay sorprendidos.
¿Cómo pueden José, o María, o quien sea, estimar, calcular, las preferencias ajenas? Primero, de las conversaciones con sus pares u otros interlocutores. Segundo, de los medios de comunicación. Tercero, del clima de opinión.
Nuestra comprensión del mundo es básicamente causal. Los efectos del bla-bla; de la campaña evidente en los medios; de la propaganda; de los afiches; de los rumores inciertos, y la campaña sucia; de los comentarios del bus o la radio o del debate público de especialistas, periodistas, animadores de programa concurso, politólogos, sexólogos, consultores, encuestadores, estudiantes -sus efectos- van creando marcos referenciales que luego serán decisivos en la toma de acción.
El publicity de la pugna al interior de la ID enerva la candidatura de León Roldos. La campaña previa al nombramiento del candidato a vice -el momento- de Cynthia Viteri se derrumba cuando la expectativa fue más grande que el nombramiento per se. Álvaro Noboa y Lucio Gutiérrez construyen sendas noticias previas a su alianza anunciada para luego escuchar del PSP quejas al harinero. Los argumentos discursivos de Rafael Correa se desbarataron con la salida de la OXY. Mientras el PRE regresa a la fórmula exitosa de sumar celebridades locales.
¿Y los electores?
La sobreoferta de candidatos pareciera obligar a los buró de campaña a concentrarse en ellos mismos o en su producto político. En La Sociedad Karaoke sostengo que <
El exceso de candidatos lleva sus comunicaciones a lugares comunes. Todos los candidatos son ecuatorianos (claro, lo determina la ley), todos son soberanos, todos reconocen el poder aglutinante de la Selección de Fútbol de Mayores. Todos creen que el mayor problema del país es la educación, todos salvarán al Ecuador de lo que sea que esté, todos han recibido el llamado del pueblo para cambiar el país.
¿Cambiar el país? ¿O cambiar las condiciones de vida de quienes vivimos en el país? Según un diccionario cualquiera, país es "el territorio que forma una unidad geográfica, política y cultural".
A inicio de agosto, es anticipado analizar las campañas... porque no hay campañas aun. Sin embargo, ¿cómo deben ser? ¿Cómo deben los candidatos comunicar sus ofertas, marcas, propuestas? ¿Cómo determinar la mejor estrategia de comunicación?
Pregunta retórica, ¿qué es la comunicación?
En el modelo humanista, la comunicación se define como compartir significados.
El componente básico del proceso de comunicación humana es la persona (obvio); luego su función elemental es desarrollar relaciones; entonces la unidad fundamental del proceso de comunicación humana es el reconocimiento emocional (más obvio aun… y por eso menos aplicado).
Los electores, ¿quieren la soberanía? Si, no, poco importa… pues esto no resuelve sus problemas. ¿Los electores quieren reconocen el poder aglutinante de la Selección de Fútbol de Mayores? Si… sí se puede… pero esto tampoco no resuelve los problemas de alimentación, salud, seguridad.
¿Los electores creen que el mayor problema del país es la educación? Si, pero ¿cómo lo vamos a resolver? ¿Los electores han llamado a los candidatos a que se candidaticen para cambiar el país? No.
Rotundo no. ¿Los electores quieren refundar la República? No. Yo no quiero cambiar el país, convocar a una Constituyente o refundar nada… quiero cambiar –para mejor- mis condiciones de vida; quiero tener más oportunidades de empleo; quiero tener la tranquilidad de circular por las calles sin riesgo; quiero que mis hijos tengan futuro.
Ah!, una Constituyente es el camino… bueno, eso es otra cosa. Pero el camino hacia… ¿dónde? ¿Hacia refundar el país o hacia una mejor calidad de vida de todos?
Si una marca (comercial, política, o religiosa) demuestra poco interés en este vínculo emocional con su audiencia, entonces la gente siente que (esa marca) no cumple sus promesas. Y se cambia.
La gente demanda información, educación, promoción y participación. Pero su decisión es impulsiva, emocional, subjetiva. Su decisión electoral es concluyente, impulsiva y de última hora.
José, lee la papeleta. Nombres, fotos, anagramas de los partidos, números. Mucha información. ¿León Roldós, Cynthia Viteri, Álvaro Noboa, Rafael Correa? ¿Y Rohon?...ah, él se retiró… ¿Jaime Damerval, Marco Proaño Maya, Luis Macas? ¿Y Lucio? ¿Falta el PSC? Hummmmno, está Cynthia…
¿Quién me es más familiar?, piensa María, yo podría ser como Cynthia…
Los consumidores –los electores, en este caso- se hacen una impresión total de si mismos y se ubican en una opción de vida (dada su condición socioeconómica, cultural, historia de familia y comunidad, educación, visión del pasado, visión del presente, visión del futuro y de las formas de alcanzar su estado deseado, identificación de caminos individuales, colectivos, competitivos, de cooperación y equis variables más).
Los consumidores/electores se hacen una imagen de si mismos. Construyen representaciones mentales de si y con ellas, más otras variables, elaboran una identidad propia. Luego, al ser parte/miembros de una corriente, se identifican emocionalmente con los discursos, valores, creencias, ideas, promesas, personas, imágenes, que le resultan coherentes con su identidad.
Soy independiente, piensa María. ¿Y Cynthia lo es? ¿Qué tan liberada está de la influencia del partido, de León Febres-Cordero, de Jaime Nebot? Jaime Nebot es un gran alcalde… ¿ella sería buena presidenta? ¿Quién mandará? ¿Mandará Roldós o mandará la ID?
Los esfuerzos de comunicación buscan, sobretodo, desactivar los mecanismos de autodefensa que los consumidores se auto imponen –consciente o inconscientemente-.
Es correcto apelar a la novedad, a la juventud del electorado y a la independencia política del aspirante (aun si es afiliado). Esta claro que usar el género no es la mejor estrategia de una candidata. Queda claro que los temas coyunturales no serán los mejores argumentos para meter en cintura a nadie. Y que las estructuras son vitales –como básicos son el candidato, la campaña y los fondos-.
En términos de estructura, Cynthia, Prian/PSP, Roldós y Rosero son campañas fuertes. En términos de financiación, Prian/PSP es una campañas sólida. En términos de campaña, todas -menos la de Correa- tienen buenas capacidades.
He dejado la variable candidato para el final… Cynthia, Roldós, Correa son muy buenos candidatos. Alvaro Noboa es buen candidato, peor antes era mejor. Y creo que hay un espacio para un outsider… aun.
José ha vuelto a casa. Las encuestas a boca de urna pronto dirán si se equivocó... o no. Lo que si es seguro es que, si se equivocó no lo dirá. Si no se equivocó se arrogará la victoria. Y si votó por el candidato ganador, dirá que no votó por él o ella cuando -al cabo de los meses- perciba que se derrumba. Porque ante la incertidumbre, otra vez, sabrá que es hora de imitar a los demás en La Sociedad Karaoke.
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