Bien público, ¿mal privado?
Según el Presidente hay una contradicción en los medios al ser empresas privadas que generan un bien público, en alusión a la información. “Una posible solución sería que los medios tengan que ser sin fines de lucro para, al menos, eliminar la contradicción entre los intereses privados y el interés público de estar bien informados” (copiado textualmente de El Universo).
La información es un conjunto de datos. Es una entelequia. Y es de todos.
¿Es pública? Sí que lo es, pero también es neutra. Me voy a explicar con un ejemplo pedestre:
"Carro choca. Conductor ebrio. Mueren 16." es información.
Ahora, si le añadimos un modificador entonces adquiere cualidad de contenido.
Y el contenido puede ser oficial o no-oficial. Con el mismo ejemplo:
"Carro choca. Conductor ebrio. Mueren 16. Se deben reforzar los controles."
…ya no es información, es contenido. Y es contenido oficial porque implica la acción de una autoridad hacia los ciudadanos.
Pero también - la misma información- podría ser contenido no-oficial:
"Carro choca. Conductor ebrio. Mueren 16. ¿Dónde están los controles de la autoridad?"
No sólo es no-oficial. Es de oposición porque cuestiona la autoridad.
El tema –colijo- no es el fin de lucro, el nivel de rentabilidad o la calidad de gestión administrativa de los medios. El quid es el contenido. Imagínense que la discusión empezaba con un Líder de una Nación -en cualquier país y en cualquier tipo de Gobierno- diciendo que quería tener el control total de los contenidos de todos los medios. Esa postura no habría tenido soporte público. Ni privado. Ni local, ni internacional, ni en sueños.
Como dice George Lakoff en el título de su libro, Don´t think of an elephant! (No pienses en un elefante). Así se define la realidad pública a conveniencia. Es teóricamente inobjetable el que un bien público no deba tener rentabilidad.
Este es el marco creado para la discusión:
1. la información es un bien público
2. un bien público no debe tener fin de lucro
por tanto,
3. la información no debe tener fin de lucro.
Pero la información no es un bien público.
Es un derecho.
Existe por sí y ante sí.
Diferente es el contenido.
Y en el contenido, las agendas oficial y no-oficial modifican la información. La enmarcan. La ajustan. Están en su derecho. Por eso estoy convencido de la necesidad de tener medios oficiales y medios no-oficiales.
Y cuando los medios y los gremios y los empresarios salen a defender el derecho de una empresa privada a ser rentable, caen en la provocación. Entran en el marco. Juegan en la cancha oficial. Con el uniforme que otro cosió para ellos.
Ahora... si el quid es el contenido, ¿por qué corrieron a defender el derecho al lucro?
Ah! porque se trata del bolsillo…a nadie le gusta que le toquen el bolsillo.
Legitimando con esta acción las críticas oficiales.
Y no me entiendan mal, estoy a favor de medios privados, a favor de la rentabilidad, y a favor del derecho de defender el derecho a ser rentables.
¿Qué queda fuera del marco de la discusión planteada públicamente?
Que las funciones de un medio de comunicación masiva son informar, educar y entretener.
Que la comunicación es más que transmisión de información.
Que algunos medios –como la televisión abierta- entregan su producto sin costo para sus audiencias.
Que los medios se deben a sus audiencias, son reflejo de ellas, o pierden sintonía/lectoría y pierden dinero.
Que los medios estatales y los medios privados deben coexistir.
Que el Estado, en Ecuador, ya tiene medios propios.
Que el Estado –cualquier estado- no puede tener el monopolio de los contenidos.
Que el mayor censor de un medio es su propia audiencia. Sin importar si es medio público, privado, oficial o de farándula.
Que la información no es un bien transable por un ente público ni privado, es un derecho.
O que en La Sociedad Karaoke, la gente repite lo que ve en la tele, escucha en la radio y lee en el diario.
¿Por qué no hablamos de esto?
Pregunta retórica, ¿qué es la comunicación?
En el modelo humanista, la comunicación se define como compartir significados. Compartir contenidos.
Si el componente básico del proceso de comunicación humana es la persona (obvio); luego su función elemental es desarrollar relaciones; entonces la unidad fundamental del proceso de comunicación humana es el reconocimiento emocional. ¿Popularidad?
Enrique Gil Calvo dice que "las instituciones encargadas de producir información, comunicación y opinión son hoy determinantes en última instancia, porque todas las demás instituciones -militares, económicas, políticas o sociales -sólo pueden actuar en función de aquéllas. Y dentro de las instituciones comunicativas, la principal es la llamada opinión pública, cuya función es la de definir socialmente la realidad".
Y el politicólogo argentino Gustavo Martínez Pandiani cuando le preguntaron ¿Los medios son actores de la comunicación más que transmisores del mensaje? Respondió: (los medios) “Son creadores del mensaje, siempre y cuando ese mensaje aparezca en un formato de show.”
Se abre el telón. Aparece el bien, público. Se crea el mal, privado.